Hola :) Hacía muuuuuuuucho tiempo que no escribía en el blog, pero estoy de vuelta. ¿Mi excusa por haber desaparecido? Falta de tiempo, falta de inspiración, falta de memoria (podría decirse que me olvidé del blog, sí...), cualquier excusa es buena. Pero bueno, ahora estoy aquí con un pequeño adelanto de una historia que surgió de la nada, literalmente: se me ocurrió una noche mirando a la pared mientras intentaba dormirme sin éxito. Así que, bueno, no sé si merecerá la pena, pero la voy a publicar aquí dentro de poco (unos días). Es una historia corta (todavía no está terminada, pero supongo que no ocupará más de 10 páginas en Word con una letra normal), y aquí os traigo un adelanto. Espero que os guste:
Está sentada, justo a lado de la ventana, como más le gusta a ella. Leyendo un libro, cómo si no. Leer lo es todo para ella. A mucha gente le parece una chica extraña, una 'rarita'. Pero yo la conozco bien, y he aprendido a descifrar todos y cada uno de sus movimientos. Creo que yo soy su único amigo. Ella es una persona solitaria, no le gusta mucho la compañía, pero yo sé que necesita atención. Me gustaría que supiera que mi atención es suya, absolutamente toda. Levanta la cabeza y me mira, con esos ojos negros que hacen que mi corazón lata muy deprisa. Esboza una sonrisa, y no puedo evitar fijarme en esa mancha suya de nacimiento, justo encima de la comisura izquierda de sus labios, con forma de corazón.
- Hola -me dice.
Yo también sonrío.
- ¿Qué te pasa? -me pregunta- Parece como si quisieras decirme algo.
Te quiero. Sí, eso es lo que quiero decirte. Me gustaría que lo supieras, llevo más de diez años enamorado de ti. Desde que nos conocimos. Necesito decírtelo. Te quiero. Te quiero, te quiero...
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